ELEMENTOS BÁSICOS DE UNA TIENDA ONLINE.

  • Catálogo de productos/servicios:
Es algo más que un listado de los productos o servicios con imágenes de estos. Andaros con cuidado y estudiad su forma de presentación mostrando una lógica en el orden.
Dado que la finalidad es que se efectúe una coconfianza y profesionalidad.




  • Cesta/carrito de la compra:
Todos queremos ir controlando lo que vamos comprando y poder añadir, eliminar o modificar cualquier producto sin tener que irnos a otra página para ello. Por eso, es muy importante que se pueda manipular el carrito desde la misma página donde estemos y que siempre esté visible. Junto a éste deberá aparecer el listado de productos, con sus precios, las cantidades, los gastos de envío, los impuestos a aplicar y el importe total del pedido.


  • Autopromo y gestión de ofertas:
El precio es fundamental y decisivo a la hora de comprar o no; por ello, siempre debe estar visible. Además, nuestra plataforma de ventas online debe tener la opción de gestionar y mostrar claramente las promociones u ofertas que estén en ese momento disponibles. De esta forma, se podrá hacer una comparativa entre el precio anterior y el actual e incitar a la conversión.
Los descuentos personalizados son un añadido para incitar a la compra. Disponed de un sistema de registro de la actividad de los usuarios a la tienda y ofrecedles ventajas económicas según sus intereses mostrados.

  • Registro de usuarios y panel de control de usuarios:
En la mayoría de los casos, antes de poder comprar nada en una tienda online, el potencial comprador debe registrarse en la misma página de e-commerce. No es recomendable, pues, posiblemente, se tratará de una compra ocasional y un registro engorroso puede ser sinónimo del abandono de la compra. Solicitad los datos precisos para llevar a cabo la transacción y el envío y dadles la opción de subscribirse a vuestros emailings comerciales/informativos o no.
En el panel de control, el usuario debe tener acceso a la siguiente información:
  • Sus datos personales.
  • Sus datos de envío y facturación.
  • El estado de sus pedidos y un histórico.
  • Suscripción o baja de newsletters u otros boletines.
Los propietarios de la tienda virtual deben disponer de una plataforma que les permita realizar un control del negocio y una adecuada atención al cliente, y gestionar de forma ordenada y práctica los boletines y las suscripciones a estos.

  • Motor de búsquedas:
Más imprescindibles de lo que podáis pensar.  Es una manera rápida de que el cliente busque directamente el producto por el que está interesado y no pierda tiempo en la búsqueda. Pensad en las distintas formas en las que el usuario lo puede buscar: el nombre, la categoría, una breve descripción, etc. Es aconsejable que en cada búsqueda aparezcan resultados relacionados, pues así se da una sensación de amplio catálogo y pueden surgir nuevos intereses en el cliente potencial.
Por otra parte, es muy útil para elegir las palabras claves que utilizaréis en vuestro negocio para posicionaros en buscadores mediante SEO y SEM.

  • Proceso de compra:
Debe ser corto y claro. El comprador no puede estar perdido en el proceso porque podría suponer un abondono. Además, debe haber mensajes informativos sobre en qué momento de la compra se encuentra y cuántos pasos faltan para finalizar el pedido.
Al menos, se debe mostrar los gastos de envío, la dirección de entrega, los plazos estimados y la disponibilidad de los productos.

  • Métodos de pago:
Es un momento crítico y cuando se producen más abandonos. Se debe se flexible en cuanto a la forma de pago y en las opciones de entrega del envío.
Los sistemas de pago más utilizados son:
1. Terminal de Punto de Venta Virtual (TPV): casi todos los bancos tienen este servicio subcontratado a terceros o gestionado por otro departamento. Los bancos cada vez están más preparados para ello y aumentan sus medidas de seguridad ante casos fraudulentos. La usabilidad es un factor clave.

2. Contra reembolso: se trata del pago a la entrega del pedido y está muy extendido, aunque para la empresa puede suponer un gran riesgo por falta del pago por parte del cliente. En este caso, la empresa de mensajería no entregaría el producto, pero cobraría ese servicio igualmente. Para el cliente puede suponer una gran opción hasta que no coja confianza con la empresa de e-commerce y elija otra forma de pago.
3. Transferencia bancaria: no se hace en el momento, pero es la preferida por muchos compradores online. Muchas tiendas online piden el comprobante de la transferencia para ir sirviendo el pedido y tener una “garantía” de pago.
4. PayPal: el sistema se basa en el pago a través de la empresa PayPal; es decir, el comprador facilita sus datos a ésta, que es quien hace el pago al comerciante. De esta manera, PayPal hace de intermediaria y el cliente no tiene porqué dar sus datos a cada uno de los comercios en donde quiere comprar algo. Se simplifica el proceso y produce fiabilidad.





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